¿El cuerpo te pide comer chucherías porque necesitas azúcar? ¿O quizá es que te falta glucosa? En este post vamos a analizar la diferencia entre azúcar y glucosa y cómo poder paliar esa necesidad con una alimentación adecuada y sin tener que recurrir a las chucherías, nada buenas para la salud. Presta atención:
¿Qué es la glucosa y qué es el azúcar de mesa?
Para entenderlo vamos a poner un ejemplo que te puede resultar clarificador. Cuando te comes un plato de pasta, éste contiene carbohidratos que pasan a la sangre. Eso es lo que podemos denominar glucosa. También puedes encontrar que algunos lo denominan azúcar en sangre.
La glucosa es una fuente de energía que nos permite movernos físicamente, es decir, todos nuestros miembros y, lo que es más importante, hace funcionar nuestro cerebro, responsable de dar las instrucciones pertinentes a todo el cuerpo.
Así que si te falta glucosa puedes rendir por debajo de tu nivel.
El azúcar de mesa, que es el utilizado para fabricar las golosinas también llegará a nuestra sangre, pero lo hará de una manera mucho más rápida que la glucosa. Esto no es saludable y además te hará engordar. Este tipo de azúcar tiene muchas calorías y pocos valores nutritivos.
Aporta energía pero no alimenta y precisamente hemos de buscar todo lo contrario, alimentos que no contengan muchas calorías pero que estén repletos de antioxidantes, minerales y vitaminas.
Fruta de temporada para añadir glucosa a tu cuerpo
Te acabamos de explicar por qué no es bueno “meternos” en el cuerpo azúcar de mesa cuando sentimos esa necesidad de “azúcar” o ese desfallecimiento repentino. Entonces te estarás preguntando ¿y qué hago entonces cuando me entran esas ganas locas de comer un dulce?
Pues muy sencillo. Cuando necesites glucosa –que no azúcar- come fruta de temporada. Es el momento de morder una buena manzana o cualquier otra pieza de fruta (melocotones, cerezas, uva, peras….) e incluso puedes saciar esa necesidad con un tomate. Pero olvídate de las golosinas, las chucherías, los chocolates….
Con esto tampoco queremos decir que nunca comas dulces o golosinas. Ya sabes que en muchos de nuestros posts te hemos contado que somos partidarios de que se coma de todo, pero siempre en su justa medida, sin abusar. Una buena dieta equilibrada es aquella en la que se come de todo, pero en las cantidades adecuadas.
La fruta alimenta e hidrata el cuerpo
Además de combatir una carencia de glucosa la fruta hidrata el cuerpo. Lo refresca. Y cuando decimos el cuerpo nos referimos a todo el cuerpo, incluida la piel. También sabes que es muy bueno beber abundante agua, al menos dos litros al día e ingerir fruta te puede ayudar a cumplir ese objetivo.
La fruta es ideal en cualquier momento del día. El desayuno idóneo, según la Organización Mundial de la Salud, es aquél que contiene un trozo de pan, un lácteo y una pieza de fruta.
También es muy aconsejable tomarla a media mañana. De esta manera no llegarás con esa sensación de hambre a la hora de la comida. Y a media tarde, para la merienda por la misma razón.
¿Cuántas piezas de fruta tomas tú al día? Y, ¿cómo combates esa sensación en la que parece que te falta azúcar? Dínoslo en los comentarios.
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Cintia Segura
Nutricionista
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