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Patatas, patatas y más patatas. Este es uno de los alimentos más consumidos en las casas de todos los españoles. ¿Sabes cuántas consumimos? Pues cada uno de nosotros se zampa nada más y nada menos que 26 kilos por año.
¿Te parece mucho, te parece poco? Total. Que al final de año entre todos los comemos más de 1,5 millones ¿No está nada mal, verdad?
De estas, el 90 por ciento son frescas, como las que tenemos aquí, en nuestra tienda online. El resto se destinan a fritas y otros snacks.
Así que teniendo en cuenta esto, y teniendo en cuenta la cantidad de patatas que cada español consumimos lo lógico es que busques patatas de calidad, ¿verdad?
¿Y qué patatas son las más adecuadas para cada ocasión? He aquí otra pregunta que a todos nos lleva de cabeza.
¿Qué patata utilizar si voy a hacer una tortilla de patatas o bien de patatas con cebolla? ¿Da igual cuáles utilizar si hago patatas al horno? ¿Saben mejor unas que otras cuando nos decantamos por unas patatas bravas o por unas patatas a lo pobre?
Pues vamos a ver si te sirven las explicaciones que te vamos a dar a continuación:
Verás que ponemos a la venta patatas nuevas. En algunos lugares las verás como tempranas. Son las primeras en recogerse, y de ahí su nombre. Se cosechan antes de su completa maduración.
Son pequeñas, de piel fina y muy lisa. Su carne es de color claro y muy uniforme. La tersura es uno de sus rasgos característicos.
En cuanto al sabor, seguramente ya sabes que son muy dulces, tan dulces como las alcachofas que cultivamos en nuestros campos. Tienen más agua y menos almidón que las más maduras. Después de ser cocidas se mantienen enteras.
Son una de las mejores variedades para hacer tortilla de patata, fritas, cocerlas al vapor o una rica ensaladilla rusa. Te duraran menos en casa pero también es cierto que tienen menos calorías y más vitamina C que las llamadas viejas.
Sin duda alguna. Este tipo de tubérculo es el más utilizado para freír. Su piel es amarilla. Es el rasgo más características en ella. Su piel es un poco oscura y presenta una forma alargada.
En cuanto la pelas ves que tiene una carne muy compacta. Si la analizamos vemos que tiene muy poco azúcar, por eso es tan indicada para hacerlas fritas.
Te saldrán tiernas por dentro y crujientes por fuera. Vamos, como tienen que ser para hacerlas fritas, ¿verdad? Las puedes usar para otros platos que no pasa nada, pero son las menos indicadas para cocer.
Estas sí que son ideales para cocer y para acompañar a tus ricos platos principales. Puedes hacer patatas asadas también o patatas al microondas con ellas. No son de un gran tamaño pero tienen mucho sabor. Y sabes qué resulta tambien perfecto para una guarnición? Seguro que ya lo sabes: los espárragos ecológicos.
En cuanto a las rojas lo que te tenemos que decir es que sean las mejores para hacer ricos guisos.
¿Por qué? Pues por la sencilla razón de que después de la cocción siempre quedan enteras. Nunca se deshacen.
Además, también está más que comprobado que es un tipo de patata que absorbe muy bien los sabores de los otros ingredientes que están en el guio. Los potajes de legumbres, por ejemplo, te van a quedar geniales.
Hay más razones para comprar rojas. No se ennegrecen jamás y son muy fáciles de pelar. Es cierto que son indicadas para guisos pero no ocurre nada si también las haces fritas. Como su propio nombre indica su piel es roja, pero su pulpa blanca. La tendrás, además, todos los días del año.
En un sitio oscuro y fresco. Ahí está la clave para que las patatas, compres de la clase que compres, te duren más tiempo en tu casa. La luz no les sienta nada bien y puede llegar a provocar que tengan una piel verdosa nada agradable.
Y lo que es peor, que su carne también se torne amarga. Lo mejor es que en ese sito oscuro y fresco la temperatura ambiente no pase de los diez grados. Si hace más calor, no te extrañe que le aparezcan esos tallos de color blanco que suelen ser tan habituales.
Hay que hacer alguna salvedad. Y es que las nuevas, que tienen más humedad, suelen deteriorarse antes. Lo que nunca tienes que hacer es meterlas en la nevera. Un cuarto fresco y si en la zona donde vives hace frío, también las puedes meter en un saco de tela o caja de madera con ventilación y que estén en tu terraza o balcón.
Un último consejo. Revísalas de vez en cuando. Porque si hay una podrida el resto correrá la misma suerte en un tiempo récord.
Todo el mundo sabe que la patata viene de América del Sur, como otros muchos alimentos como el tomate, por ejemplo. Allí se llama la papa. Ahora bien. Las últimas investigaciones dice que este tubérculo ya era conocido en el sur del Perú hace nada más y nada menos que 7.000 años.
Después llegó a Europa. Pero lo cierto es que tardó muchísimo porque no empezamos a comerlas hasta el siglo XVI.
Desde entonces es uno de los cultivos más populares y gracias a este tubérculo se pudo incluso erradicar las hambrunas que asolaban de vez en cuando al continente europeo.
Durante mucho tiempo se consideró que la patata era un alimento de las clases bajas. Ahora ya tiene la misma consideración que cualquier otro. Bueno. Nosotros no nos vamos a “enrollar” con la historia de la patata, pero si tienes curiosidad te aconsejamos que leas este artículo, que es la mar de interesante.
Vale. Pues te hemos contado algunas cosas sobre las patatas. Su variedades y por qué una es mejor que otra según que uso culinario. Lo que está claro es que han de estar presentes en tu dieta tal y como lo están las frutas y verduras como por ejemplo las endivias y lechugas o los guisantes.
Porque, ¿seguro que comes suficientes frutas y verduras? Bueno. Sea como sea nosotros te llevamos a tu casa las mejores del momento para que todo lo que hagas en tu cocina te salga de rechupete. En caso de duda, sólo tienes que coger el teléfono y llamarnos. O bien escribirnos un correo electrónico. Nuestra respuesta será inmediata.